domingo, 16 de noviembre de 2008

Conociendo las Culturas del Oriente Boliviano





INTRODUCCION
Se conoce con el nombre de Oriente Boliviano a una extensa zona de Bolivia que se extiende desde las últimas estribaciones de la Cordillera Oriental hacia el Este, hasta Mato Grosso (Brasil); y desde los ríos Madera y Abuná, en el Norte, hasta las llanuras del Chaco Boreal, en el Sur, ocupa por lo tanto, los actuales departamentos de Pando, Beni, y Santa Cruz y parte de los de La Paz y Cochabamba: mas del 50% del territorio nacional.
Por razones geográficas, históricas y fundamentalmente culturales, el territorio del Oriente Boliviano puede ser dividido en tres subáreas: los Llanos de Moxos, la Chiquitania y la Cordillera de Chiriguanos.
Asentamientos Culturales del Oriente Boliviano.
De acuerdo al estado de los estudios arqueológicos resulta muy difícil establecer cuales fueron las relaciones de las culturas del Oriente Boliviano con las áreas vecinas, sin embargo, las noticias históricas nos hablan de tres temas que resultan de gran interés: a) la expedición del Inca a tierras del Gran Grigota; en el actual Departamento de Santa Cruz; b) la expedición del Inca a los Llanos de Moxos; y c) las migraciones de los grupos guaraníes.
Primeras noticias
1. El adelantado y Gobernador del Río de la Plata alvar Nuñez Cabeza de Vaca, en su Relación, da muchas noticias de gran interés etnográfico y habla de una expedición comandada por un portugués, alejo García, que habría penetrado en el Oriente Boliviano en el primer tercio del siglo XVI, con un número considerable de indios y “de estos guaraníes que fueron con Garcia habían quedado muchos perdidos por la tierra adentro”
2. En la Relación verdadera del asiento de Santa Cruz de la Sierra (ca 1574) se habla de los chiriguanos como de origen guaraní “que han pasado de la otra banda del río de la Plata”
3. A principios del siglo XVII el P. Felipe de Alcaya, cura de Mataca, escribió una relación en la que se habla de las expediciones del Inca hacia el Oriente Boliviano; establece lo siguiente:
3.1 Huayna Capac decidió la conquista de los llanos de Grigota. Efectuada esta, el Inca se erigió en “rey y señor de los llanos” haciendo de Samaipata cabeza de su “reino”. Sin embargo, pronto empezaron los ataques de los chiriguanos que derrotaron al enviado del Inca.
3.2 La noticia del establecimiento del Inca en Samaipata llego a oídos de los guaraníes, quienes organizaron una gran expedición: “cinco mil de ellos vinieron para Grigotá y mil se quedaron en la provincia Itatín donde hoy hay mas de ocho mil… Y los mil restantes fueron a ver a Mango Inca, de los cuales han quedado pocos porque hallaron gente de guerra que los fueron matando…” 3.3 También en tiempos de Huayna Cápac sitúa la expedición a los chunchos (moxos) Una vez realizada la conquista, no con poco trabajo, pobló la región con gente que había traído. Ante la noticia de la muerte del Inca y la llegada de los españoles, esta gente se quedo en Moxos (Cronistas 1961).
4 En sus Comentarios Reales de los Incas, el Inca Gracilazo de la Vega da amplia información sobre las expediciones del Inca al Oriente Boliviano así como sobre los chiriguanos.
4.1 Tanto la expedición a Moxos como a los llanos de Grigota se realizaron en tiempos del Inca Yupanqui. A diferencia de Alcaya, Garcilaso dice que primero se realizo la expedición a Moxos.
4.2 Con muchas dificultades consiguieron la conquista de los moxeños , quienes “se redujeron al servicio del Inca …eran poco mas de mil cuando llegaron a ella…”Pasado el tiempo, durante el reinado de Huayna Capac pensaron regresar al Cuzco, pero ante la noticia de la llegada de los españoles “acordaron quedarse de hecho”.
4.3 La expedición hacia los chiriguanos fue un fracaso. Garcilaso habla de la presencia de este grupo en su actual hábitat desde tiempos del inca Yupanqui.
5. En la historia de los Incas de Pedro Sarmiento de Gamboa se afirma que en tiempos de Huayna Capac los chiriguanos se hallaban alzados; asimismo se hace clara referencia a los problemas que este grupo había causado con anterioridad.
Historiadores de los siglos XVIII y XIX
1. Los jesuitas Juan Patricio Fernández (1985) y Pedro de Charlevoix (1910) dan como cierta la noticia que atribuye al portugués Alejo García la migración de guaraníes hacia el Oriente Boliviano.
2. El viajero francés Alcides D’Orbigny en su obra El hombre americano da como cierta la noticia de Garcilaso sobre la expedición del Inca a los chiriguanos; asimismo, también admite la de Alejo García. “Tales guaraníes –los que vinieron con García- son con seguridad los que habitan hoy los lugares, pero nada prueba, como asegura el padre Lozano, que esos nuevos guaraníes hayan aniquilado por completo a los habitantes que encontraron, y la unidad de la lengua en ambos sexos, la pequeña corrupción de la lengua, y el gran numero de chiriguanos en la actualidad, nos da la certeza de que los chiriguanos de los Incas eran también guaraníes, a los cuales se mezclaron lo recién llegados del Paraguay formando una sola y misma misión”
Algunos criterios del siglo XX Nordenskiold (1919:72-78) llega a las siguientes conclusiones respecto a las invasiones guaraníes “(1) Que al principio del siglo XVI numerosos indios guaraníes emigraron del río Paraná y del río Paraguay a los mas distantes valles de los Andes; (2) Que los distritos en que estos indios habitaron no fueron antes habitados por indios guaraníes, sino únicamente por arawakas; (3)que Alejo García, el portugués, estuvo en el Imperio Incaico antes que Pizarro”. Este autor, pues solo admite la migración que hicieron los guaraníes con Alejo García.

Difunden la cultura del oriente boliviano. Ballets folclóricos, la atracción de la fiesta



los ballets folclóricos locales, que pusieron empeño en cada una de sus presentaciones, haciendo la diferencia con las comparsas cuya participación fue escasa y con poco brillo. Esto demuestra que los elencos de danza se han convertido en un elemento insustituible de la festividad, pues estos grupos, que inicialmente fueron creados para acompañar el recorrido de las comparsas coronadoras, han adoptado una característica propia e independiente. Actualmente son más de diez ballets los que participan del Carnaval cruceño. El director de la Fundación Cultural Paitití, Héctor Molina, destacó este fenómeno, que se constituye en una prueba del creciente interés de los jóvenes por difundir la cultura del oriente boliviano. “Varios de los ganadores del Festival Elay Puej están participando en el Carnaval y la mayoría se están presentando con nuevas temáticas, demostrando su interés por investigar”, expresó Molina. Así lo han hecho los chicos del ballet Kandire, que para el corso representarán a la etnia chiquitana Saraveka, cuya danza es acompañada por fuego. “Es una etnia desaparecida, que ocupaba el territorio que hoy corresponde a la provincia Ángel Sandóval”, explicó Luis Fernando Salas, director del grupo, compuesto por 60 bailarinesPor su parte, Alexander Melgar, del ballet Santa Cruz, resaltó el buen recibimiento que el elenco tuvo en las precarnavaleras y adelantó que en el corso bailarán la danza de los Chamacocos, una etnia guaraní de la zona sur del departamento. A su vez, Eduardo Lafuente, director de Kerembas, señaló que en esta ocasión presentarán dos alegorías, una inspirada en el brincao y otra en el Carnaval de Vallegrande.Los coreógrafos lamentaron que a pesar del protagonismo que han adquirido los ballets en la fiesta grande el apoyo que reciben es muy reducido, tomando en cuenta la inversión económica y el esfuerzo de los bailarines. “Todos los chicos le ponen empeño, porque vienen ensayando hasta tres veces al día, pero, lamentablemente, nos falta ayuda. La ACCC nos dio $us 100 para conseguir los equipos de música, pero cada vestimenta cuesta alrededor de Bs 200 y no hay dinero. Eso obliga a que se reduzca el número de integrantes, porque no pueden cubrir los gastos”, afirmó Melgar.

Culturas del Oriente Boliviano








El resumen se consideraba mucho tiempo que El ambiente de la región de la Amazona de América del Sur tropical era de limitado potencial. Normalmente fue creído que en el pasado, como en el presente, la organización social y política de gentes indígenas era simple, que las poblaciones eran nómadas o ampliamente dispersaron esa subsistencia era basado en cazar, mientras recogiendo, y la agricultura de la balanza pequeña. En los años sesenta, el descubrimiento de sistemas del campo levantados macizos, las calzadas, canales, montones de tierra de la ocupación y otros terraplenes desafiaron esta perspectiva. El Llanos de Moxos de las tierras bajas orientales de Bolivia es una región dónde las gentes prehispánicas construyeron a una inmensa infraestructura de terraplenes, mientras permitiendo a su cultura florecer durante varios mil años. Una juntura que el proyecto internacional de la Universidad de Museo de Pennsylvania de Arqueología y Antropología y el Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia ha estado investigando los precolombian aterrizan estrategias del uso de las gentes antiguas de la región de la Amazona boliviana de Baures para dos estaciones del campo. El acercamiento usado en este proyecto es eso de "arqueología del paisaje". se consideraba que Las personas nativas de Baures eran el más más "civilizado" grupo encontrado por los misioneros Jesuíticos tempranos en la Amazona boliviana. Ellos vivieron en numerosos pueblos grandes protegidos por los fosos y palizadas y construyeron calzadas grandes y canales para el transporte entre los pagos.


Los terraplenes mencionados en la literatura del ethnohistorical eran parte de una tradición cuya historia sólo puede entenderse a través del registro arqueológico. Nosotros estamos investigando un complejo grande de terraplenes prehispánicos y los pagos asociados en esta región. El proyecto usa muchas técnicas arqueológicas normales de estudio, cartografía, y excavación para localizar, describe, y espacialmente graba los terraplenes y pagos. Computadora que traza las técnicas y análisis de la computadora de imaginería grabada por el satélite y el avión volante bajo orienta el trabajo diario en el campo y servirá como la base para un Sistema de Información Geográfico regional. El equipo del proyecto incluye a los arqueólogos profesionales y estudiantes de la arqueología de la Universidad de Pennsylvania, el Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia, Universidad el del de T‚cnica Beni, y el Universidad Alcalde San Andrés. La investigación de este proyecto también se usará para ayudar el plan, se establecerá, y se manejará un parque nacional en la región de Baures. Este proyecto es un estudio de viabilidad para una balanza grande futura la investigación multidiciplinaria en la región. La Introducción detallada El descubrimiento de los terraplenes prehispánicos macizos encima de las áreas anchas en las tierras bajas orientales de Bolivia en principios de las 1960s perspectivas tradicionales drásticamente desafiadas que consideran el desarrollo cultural en el desagüe amazónico. Un pre-1960s el tratamiento arqueológico de la Amazona habría enfatizado las limitaciones medioambientales típicamente al desarrollo cultural; el predominio de sociedades simples (las vendas y tribus); y los sistemas de subsistencia basaron en cazar, recogiendo, y pescar con un poco de agricultura limitada en la forma de cuchillada y quemadura (Meggers 1971; Mayordomo y Faron 1959; Mayordomo 1963). La documentación de la agricultura del campo levantada prehispánica en la región de Beni de Bolivia (Denevan 1966) y en otra parte en las tierras bajas tropicales húmedas de América del Sur (Lathrap 1970; Denevan 1966, 1970, 1983) demostró esa agricultura intensiva era posible y ese poblaciones grandes, densas se apoyaron en estas áreas. Nuestros miembros del proyecto han estado investigando los precolombian aterrizan estrategias del uso de las gentes antiguas de la región de la Amazona boliviana desde 1990 (Erickson 1995). Nuestra reciente investigación ha enfocado en Baures localizó en la Provincia de It‚nez, la Sección del Beni, en la parte nordeste de la Bolivia. El proyecto dirigió la investigación exploratoria intensiva en los terraplenes prehispánicos de Baures con un enfoque en los sitios de ocupación de moated en las islas del bosque y el causeway/canal conecta una red de computadoras de las sabanas durante dos periodo de fieldwork en 1995 (de 25 días y 14 días) y un mes de fieldwork en 1996 (el Erickson et al. 1995). el proyecto incluye a arqueólogos de la Universidad de Pennsylvania, el Instituto Nacional de Arqueología de Bolivia, y estudiantes de la Universidad de Pennsylvania, Universidad Alcalde San Andrés (La Paz), y el Universidad el del de T‚cnica Beni (Trinidad). Colaborando las instituciones incluyen el Museo Universitario, Universidad de Wisconsin, CORDEBENI, el Ministerio boliviano de Turismo, el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sustentable, y el gobierno regional de la Sección del Beni y la municipalidad de Baures. Un "acercamiento de arqueología de paisaje" puede ser útil para el estudio de regiones y sitio de la non-ocupación ofrece como los terraplenes. La arqueología de enfoques del paisaje en el espacio entre los sitios de la ocupación, algo raramente consideró en la arqueología tradicional (Crumley y Marquardt 1987; Rossignol y Wandsnider 1992; Gleason y Molinero 1994). Éstos non-sitio o fuera de-sitio los rasgos culturales incluyen paredes del campo y límites, caminos y sendas, marcadores, las alineaciones, sagrados lugares, los lugares de memoria histórica, o en el caso de la Amazona boliviana, los terraplenes macizos y extensos (incluyendo campos levantados, calzadas, canales, depósitos, y montones de tierra). la arqueología del Paisaje intenta investigar ambos los procesos medioambientales y culturales involucrados en la formación de paisajes históricos sin imponer un determinismo medioambiental. En la Amazona boliviana el paisaje antiguo se modificó así dramáticamente que puede llamarse "anthropogenic" o "humano-creó" (Denevan 1966, Erickson 1980,; El Erickson et al. 1991, 1993, 1994, 1995). en otras partes del mundo el estudio arqueológico de rasgos culturales en el paisaje ha proporcionado una ventana en la organización social, orden espacial, cosmología nativa, calendrics, sistemas del pago, tenencia de la tierra, y otros problemas importantes (Scarborough e Isaac 1993; Gleason y Molinero 1994). se han usado adelantos Metodológicos que incluyen dándose cuenta de remoto, Sistema de Información Geográfico, Sistema del Posicionamiento Global, y computadora generados la cartografía topográfica eficazmente en la arqueología del paisaje. Estos métodos son empleado en este proyecto.






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Rescatando Culturas de Bolivia



ESPECIAL

Etnias en extinción

Tres culturas de Bolivia están viviendo sus últimos días. Otro tanto está vulnerable a factores de la naturaleza y de interés económico. Pero, la mayoría indígena se fortaleció



Etnocidio. Tres etnias viven sus últimos días
Las culturas grandes y medianas se consolidaron
Pacahuara. Aislados, quedan once
Araona. Refugiados para sobrevivir
Uru Murato. Vulnerables al embate
Uru Chipaya. La joya de Los Andes
Weenhayek. Identidad amenazada
Llega el fin cuando resisten a la modernidad


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Pueblo Ayoreo
El nombre Ayoreo (ayoréode, plural masc.) significa algo como “hombres verdaderos”. Es un calificativo cultural ya que se refiere a su modo de vivir como cazadores y recolectores. Los Ayoreo llaman a otros pueblos cazadores y recolectores “otros hombres verdaderos”. A la población ya sedentaria, sea indígena o no- indígena, la denominan cojñone, “gente sin pensamiento correcto”. (Fischermann)


Los Ayoreo son un pueblo de cazadores y recolectores. Habitaban hasta mediados del siglo XX un territorio enorme del Norte del Chaco, cuya extensión superaba los 30 millones de hectáreas (300.000 Km.). Ocupaban prácticamente todo el espacio al interior del Chaco Boreal y delimitado por los ríos Paraguay, Pilcomayo, Parapetí y Río Grande. No ocupaban sin embargo las zonas ribereñas mismas, dejándolas a otros pueblos indígenas. De esta manera, de norte a sur, el territorio se extendía desde las serranías de la Chiquitania (Bolivia) hasta la zona que ocupan hoy las Colonias Menonitas del Chaco Central Paraguayo.

La lengua de los Ayoreo pertenece a la familia lingüística Zamuco, al igual que el idioma de los Chamacoco.

Hasta el inicio de los contactos forzados por la sociedad envolvente, alrededor de 1945 en Bolivia y un poco antes de 1960 en Paraguay, tanto la extensión del territorio como el número de integrantes de la etnia – unas 5.000 personas – se mantuvieron invariables, lo que es una señal del estado de equilibrio en el que vivía este pueblo con su ambiente de vida.

En el siglo XVIII, los Ayoreo tuvieron un contacto muy pasajero con las reducciones jesuíticas: un número aparentemente significativo de Ayoreo vivíeron por unos 20 años en una reducción llamada San Ignacio Zamuco. La ubicación de la misma es motivo de especulaciones; posiblemente se ubicaba en lo que hoy es Paraguay, en zonas cercanas al Cerro León, tal vez en la zona de Ingávi. El contacto con los jesuitas no dejó ningún rastro visible, aparte de algunos mitos y palabras.




Un claro en el bosque, apto para cultivar en verano. Los Ayoreo dieron a la zona con muchos de estos claros el nombre "Amotocodie".
Sustento económico
La economía ayoreo se basa en la caza de animales del monte chaqueño (chanchos del monte, armadillos, osos hormigueros, tortugas) y en la recolección (miel, frutas del monte, fibras vegetales y materias primas para la producción de objetos de uso). Estas actividades de sustento son complementadas por la pesca en los arroyos y las lagunas, y los cultivos en pequeños claros en el monte, ambos en las épocas de lluvia en verano. Leer más...

En la vida tradicional, existían numerosos sistemas y mecanismos de distribución que aseguraban la redistribución, al interior del grupo familiar y local, de todo lo que uno podía haber cazado, recolectado o cosechado. De esta manera participaban y se beneficiaban también aquellos miembros del grupo (ancianos, viudas, huérfanos, etc.) que por diversos motivos no podían ejercer ellos mismos una actividad materialmente productiva.

Estos mecanismos de distribución se mantienen aún hoy vigentes en la vida no tradicional y sedentaria, ya fuera del monte, y son aplicados también a los productos y las ganancias provenientes de las formas de producción de la vida moderna. La no- acumulación de bienes materiales que resulta – todo lo que “ingresa” se redistribuye de inmediato - le garantiza al pueblo Ayoreo hasta hoy un alto grado de movilidad personal y colectiva, y la vigencia natural de mecanismos de solidaridad que protegen a los más débiles.



Organización social y política
En el tiempo de la vida tradicional antes del contacto, los Ayoreo estaban políticamente organizados en más de cincuenta grupos locales que se dividían el territorio de la etnia y que recorrían espacios extensos y propios. Cada grupo local gozaba de un grado muy elevado de autonomía política y con un liderazgo independiente, autónomo con relación a los demás grupos. Las relaciones entre muchos de estos grupos locales, igual que las relaciones con los otros pueblos indígenas y no- indígenas eran de guerra. De acuerdo a las necesidades y las circunstancias de una vida nómada en constante movimiento, los grupos locales podían dividirse en subgrupos, separarse temporariamente, y volver a unirse más tarde. No existía una jerarquización del liderazgo ni un liderazgo centralizado para toda la etnia. Coincidentemente, ni los territorios de los grupos locales, ni el territorio de la etnia en su totalidad, tenían centros geográficos.

Ni los grupos locales, ni sus territorios deben considerarse como permanentes. La historia ayoreo conoce como algo normal las divisiones que conducen a la desaparición de grupos y a la constitución de otros, nuevos, las uniones entre grupos diferentes y los cambios de nombre, todo con los consiguientes cambios y redefiniciones del territorio grupal.

Esta organización política comunica la idea de dinamismo, de movilidad social permanente, de la ausencia de un principio ordenador jerárquico y de principios centralizadores, y de una capacidad elevadísima de adaptación a las circunstancias de la vida.

La unidad de organización social y económica más importante era el “jogasüi”, la familia extensa, que incluye además otras familias amigas.

Paralelamente a esta organización política descrita, la etnia estaba dividida en siete clanes. Los nombres del clan al que pertenece le dan hasta hoy el apellido a cada integrante de la etnia. Los miembros de cada uno de los siete clanes comparten un origen mitológico común y a una red de parentesco que incluye, para cada clan, una serie de animales, plantas, estados meteorológicos y fenómenos de la naturaleza en general, al igual que objetos de uso y artefactos humanos. El hecho de compartir la pertenencia clánica con todos los seres del mundo crea, para cada Ayoreo, una unión sentida de cercanía y solidaridad con los mismos. Todos los clanes en su conjunto incluyen así la totalidad de todo lo que existe, y todo lo que existe es a su vez pariente de los Ayoreo.